De estilo románico de la primera mitad del s. XII, se aprecia en la misma una clara influencia de la Colegiata de Cervatos, incluso en sus canecillos alusivos al pecado, especialmente el de lujuria. Tiene una sola nave, portada con tres arquivoltas abocinadas y una espadaña exenta, esquinada al muro de la fachada sur. Su ábside circular es totalmente liso. La pureza románica de San Cipriano solo se ve alterada por el añadido de dos pequeñas dependencias a ambos lados del ábside.
(Fuente del texto: surdecantabria.es).
Fotos: alfonso cano.
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