El Puente de Alconétar tiene su origen en la construcción de la Vía de la Plata que cruzaba el río Tajo a su paso por el municipio extremeño de Garrovillas de Alconétar (Cáceres).
(Planta y alzado imaginario reconstruido por el autor y grapas de hierro que unen los sillares. Fernando Rodríguez, 21 de noviembre de 1797). |
La construcción del puente se realizó en época romana, en fecha no concretada, y atribuido a distintos emperadores: Tiberio, Julio César, Trajano y Adriano. Se trataba de un puente originalmente de grandes dimensiones, que constaba de unos 18 vanos y unos 290 metros de longitud.
Durante la época de la Reconquista se producen una serie de roturas provocadas en la parte derecha del río (la existente actualmente) como medidas defensivas. Entre 1230 y 1257 se rehabilitó el puente. Probablemente de esta época es la pila 5, conocida popularmente como "Mesa del Obispo", de grandes dimensiones en relación con las otras pilas. Es de origen medieval y pudo servir de torre defensiva.
Entre 1569 y 1730 se intentó reparar el puente con maderos. Los intentos llevados a cabo durante los siglos XVI, XVII y XVIII nunca llegaron a terminarse.
La intervención más reciente ha sido la de su traslado, motivado por la construcción de la presa de Alcántara II. Se conservan los arcos 1, 2, 3 y 5 y restos de otras varias pilas. Con este cambio de ubicación el puente ha perdido definitivamente la función que originalmente tenía de paso sobre el río y la relación lógica con éste.
Al día de hoy, dormido en los tiempos junto a la carretera, bien merece una parada y una visita para disfrutar durante algunos minutos de la tranquilidad de su entorno y admirar una vez más la grandeza arquitectónica del Imperio Romano.
que civilizacion mas grande la romana, que llegaron a infinidad de sitios dejando su increible obra
ResponderEliminarfantasticaas imagenes
abrazos
Muy interesante. Me ha encantado el post.
ResponderEliminarSaludos. Belén