No puede negarse que la bahía de Halong es uno de los paisajes más bellos del planeta. Casi 2.000 islotes de piedra cárstica, llenos de vegetación, emergen en esta bahía de aguas turquesas, al norte de Vietnam, en el Golfo de Tonkín.
Las características tan peculiares de este singular panorama se repiten en muy pocos otros lugares de la tierra, tales como las montañas cársticas de la provincia de Guilin, en China, por entre las que discurren las plácidas aguas del río Li, así como el parque nacional marino de Ang Thong, en las aguas del golfo de Tailandia, a unos 30 kms. de la isla de Samui (Koh Samui).
Pero, muy al contrario de Ang Thong, con sus cuarenta islotes que los tailandeses han sabido preservar de la voracidad turística y donde aún es posible bucear en sus aguas cristalinas, la bahía de Ha Long está siendo víctima de su propio éxito, sufriendo la explotación de operadores turísticos que mantienen en la bahía una flota de casi mil juncos que infectan las aguas con sus residuos y vertidos de petróleo, haciendo cada vez más insoportable un privilegiado lugar que ha sido declarado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
Y lo triste es que nadie parece hacer nada para evitar tan exagerada degradación del entorno. El gobierno de Vietnam y la municipalidad de la provincia miran hacia otro lado, mientras la bahía les proporciona más del 30% de los ingresos turísticos del país. Se está matando así, miserablemente, a la gallina de los huevos de oro. De seguir así las cosas, tal vez la UNESCO debería llegar a retirar el nombramiento de Patrimonio de la Humanidad que concedió en 1994.
Incluso el "relajante baño" -como lo anuncian los folletos de viajes- en la mítica playa de Titov, resulta en realidad una triste experiencia (según hemos tenido la ocasión de comprobar personalmente) que obliga al visitante a salir de inmediato de unas aguas infectas, en las que flotan latas de bebidas y otros residuos en medio de las malolientes manchas de petróleo de los juncos que amarran directamente en el embarcadero de la citada playa.
Durante nuestro viaje hemos surcado sus aguas navegando en uno de los juncos (ver foto inferior) que, a la caída de la noche, fondea entre los islotes rodeado de otros muchos barcos que obligan a soportar el ruido de los generadores hasta el amanecer.
Pero mis anteriores comentarios no significan que la visita a Halong no sea aconsejable, si se quiere disfrutar de este singular entorno de extraordinaria belleza. Tan solo pretenden ser una llamada de atención para evitar la inmisericorde degradación de este lugar, en el que el viajero se ve obligado a dejarse tratar como un turista, en la acepción más peyorativa del vocablo.
En resumen, la maravillosa bahía de Halong agoniza lentamente, en un inexorable camino hacia la extinción del paraíso natural que ha sido desde que fuera creada por el Dragón Descendente, conforme a la leyenda local. Lo peor será que las lamentaciones llegarán cuando ya no exista remedio. Tal vez sería aconsejable que el ser humano la dejase descansar en paz de una vez por todas. Nosotros, al menos, hemos tenido el privilegio de disfrutar de su entorno antes de que llegue tan triste momento.
Que pena todo lo que cuentas, yo estuve hace años y no era así, esperemos que recapaciten y todo vuelva a ser como antes.
ResponderEliminarSaludos
Mª Eugenia: ya ves... en los últimos años el turismo se ha incrementado considerablemente en Vietnam, y ello tiene sus facetas negativas. Saludos.
ResponderEliminarPara mí de lo mejor de mi viaje a Vietnam. Eso sí, el agua estaba bastante sucia. Suciedad que provenía en su gran mayoría de los barcos turísticos y no de la gente que vive en la bahía.
ResponderEliminarBuen blog, saludos..
Qué lástima lo que dices.
ResponderEliminarYo estuve hace varios años y, te aseguro, no era así. Nos bañamos sin temor alguno y realmente el chapuzón si fue relajante. No recuerdo que hubieran tantos juncos y el paseo por la bahía fué francamente gratificante.
En fin, el ser humano es voraz destructor y cuando hay dinero....
Un abrazo, Clemente.
Hola Alfonso
ResponderEliminartienes razon, pero eso es solo en Haiphong y en la zona desde donde iniciasteis la excursion. Desde Cat ba, no hay casi turismo, tanto es asi que nosotros estuvimos solos en el barco con una pareja de franceses, y nos cruzamos a penas con 10 turistas en todo el dia.
Realmente han de aprender a preservar su tesoro ..
un abrazo