11 julio 2010

(84) ITÁLICA, CIUDAD ROMANA. UN PASEO POR LA HISTORIA:

El origen de la ciudad romana de Itálica (cuyos restos pueden ser visitados junto al municipio de Santiponce, muy cerca de la ciudad de Sevilla) se encuentra estrechamente vinculado a los últimos capítulos de la Segunda Guerra Púnica o Guerra de Aníbal.



Baste recordar que en el año 207 a.C. el general Publio Cornelio Escipión (apodado más tarde "El Africano") derrota al ejército cartaginés, al mando de Magón, en la batalla de Ilipa Magna (hoy Alcalá del Río, también en la provincia de Sevilla).


Tras la batalla, Escipión establece en un núcleo ibero-turdetano a sus soldados heridos, quedando así consolidado un puesto militar en una zona de alto valor estratégico para el proceso de ocupación de toda la ribera del Guadalquivir.


Este lugar también es elegido como residencia permanente por aquellos soldados romanos que, tras ser licenciados, deciden no volver a sus lugares de procedencia. Por ello, el asentamiento es llamado "Italica", primera ciudad con población romana que se establece en la Península Ibérica.


Así, ya desde su inicio, Itálica será favorecida en su desarrollo por esta doble característica: el valor estratégico de su enclave y el origen romano de sus fundadores, circunstancias ambas que permitirán a los italicenses una importante promoción social y política que les llevará hasta la ocupación de los más altos puestos del gobierno de Roma.



Precisamente por ello, no es un hecho casual que en Itálica naciera Marco Ulpio Trajano (53-117 d.C.), primer emperador procedente de una provincia romana.


Su sucesor Publio Aelio Adriano (76-138 d.C.) también pasó un periodo de su juventud en Itálica, ciudad de la que era originario su padre. Aunque nacido en Roma de padre italicense y madre gaditana, vino a Italica a los quince años, algunos después de que falleciera su padre (Publius Aelius Hadrianus Afer) y se hiciera cargo de su tutela el propio Trajano y el italicense Publio Acilio Atiano.


Adriano otorga a Italica el estatuto de "colonia" y, desde entonces, se llamará Colonia Aelia Augusta Italicensium, pasando a regirse por las leyes de la ciudad de Roma.


Arriba: Mosaico del Planetario.
Abajo: detalle del recinto termal del edificio de Neptuno:


El anfiteatro de Itálica fue uno de los más notables del Imperio, tanto por sus dimensiones (los ejes del óvalo exterior miden 153 y 132 metros) como por su aforo, ya que tuvo una capacidad para unos 25.000 espectadores (cifra que superaba con creces la población total de la colonia):



Para disfrutar de una visita virtual de Itálica, hacer click en el siguiente enlace del magnífico trabajo del Colegio San Francisco de Paula de Sevilla: ITÁLICA: VISITA VIRTUAL

4 comentarios:

  1. Hola Alfonso: espectacular el reportaje sobre Itálica, realmente me siento un ignorante al desconocer sitios tan fantásticos como éste y gracias a sus fotografías y relatos, he aprendido mucho más ...
    Los mosaicos especialmente deben ser impresionantes y me alegro que el
    organismo que lo mantiene y/o explota, haya realizado un excelente trabajo de revelamiento (mostrarlo), así podemos conocer sobre éste singular lugar.

    Un avez más, muchas gracias por el trabajo de compartir éste material!

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  2. Menuda lección de historia.
    Que maravilla los mosaicos.
    Saludos

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  3. Bonito lugar y bonitas fotos, gracias por mostrar un lugar digno de visitar.
    Un saludo

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  4. Toda una lección de historia

    Las fotos buenísimas apreciándose el buen estado de conservación.

    Un fuerte abrazo¡¡


    A Salto De Mata

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