El Castillo de la Mota es una fortaleza medieval ubicada en Medina del Campo (Valladolid). Su arquitectura es de estilo gótico y renacentista, con imponentes murallas y torres. Data de los siglos XIII, XIV y XV y es uno de los más grandes castillos de Castilla y León.

Tiene su origen en la repoblación del siglo XI: se fortifica, independizándolo del recinto de la vieja villa de "la Mota". Tras la batalla de Olmedo (1445) la Mota queda definitivamente bajo poder real, compatibilizando sus funciones militares con las de archivo y prisión.
Tras pasar por varias manos, en la recta final del S.XV los reyes Católicos se la entregan a Alfonso de Quintanilla, guarneciéndola con armas y artillería; se construye entonces la barrera de artillería, terminada en 1483, como indica la fecha grabada junto a los escudos de los Reyes Católicos en la entrada principal.
Durante la Guerra de las Comunidades, la fortaleza permanece fiel a la corona, pese a que Medina era comunera.
Además de su importancia militar y arquitectónica, La Mota encierra en sus muros un sinfín de historias y sucesos que dibujan el pasado de esplendor del edificio: su función de archivo de la Corona, el encierro de la princesa Juana, la huida de César de Borgia, su papel en la Guerra de las Comunidades, etc.
Posteriormente, el castillo se convirtió en prisión de Estado y en él estuvieron detenidos distintos personajes, tales como Hernando Pizarro, Rodrigo Calderón, el duque Fernando de Calabria, el ya citado César Borgia o el conde Aranda.
El estado actual es el resultado de un largo proceso de restauración que
comenzó en 1904, aunque la mayor parte de las obras interiores se deben
a una reconstrucción realizada en 1940, cuando se habilitó el castillo
como Escuela de Mandos de la Sección Femenina de la Falange.