29 noviembre 2014

(145) LOS GUERREROS DE TERRACOTA DE XIAN: LA OCTAVA MARAVILLA DEL MUNDO.

 
... Enséñame Xian, donde la tierra ignota
esconde los misterios de su imperial pasado;
y en prietas filas sus guerreros despertados
nos hablan, fuerte y claro, con su voz de terracota ...
(Alfonso, Xian 2006)


Cuando en el año 1974 unos agricultores que excavaban un pozo de agua en las cercanías de Xian desenterraron la figura de un guerrero de terracota de tamaño natural, nunca imaginaron que ese descubrimiento casual era de tal importancia que, al día de hoy, el conocido como ejército de guerreros y caballos del Mausoleo del Emperador Quin Shi Huang está considerado como la Octava Maravilla del Mundo.
El denominado Foso número 1 es quizás el más espectacular, pues bajo un horrible hangar metálico que lo protege de las inclemencias del tiempo, se encuentran más de 7.000 guerreros situados en formación militar.
 
 
Este impresionante ejército está declarado además como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde el año 1987.
 
 
En el yacimiento existen también figuras de caballos y algunos carros de batalla de bronce tirados por cuatro caballos cada uno. Cada guerrero es único: sus cabezas y manos se moldearon independientemente del cuerpo, por lo que hay una enorme variedad de rostros, peinados, bigotes, rasgos étnicos y edades.
  

El yacimiento se ubica a unos 35 kms. al este de Xi´an, con unos 7 millones de habitantes, la capital de la provincia de Shaanxi, considerada como el extremo oriental de la Ruta de la Seda.
Aunque conviene añadir que Xi´an no es solo sus guerreros de terracota, sino también una interesante ciudad rodeada de una soberbia muralla de 13 kms. de longitud, dentro y fuera de la cual se esconden otras muchas maravillas, como su Gran Mezquita del barrio musulmán, la Pagoda de la Oca, el templo budista de la Gran Benevolencia, la Torre del Tambor, la calle de los Pintores y otros tantos lugares que hacen hoy de Xi´an uno de los grandes destinos turísticos de China.

 

01 noviembre 2014

(144) DISPARO DE CÁMARA EN ISLANDIA.

Ocurre a veces. Vas de viaje, observas un paisaje y... ¡zas!, disparas la cámara y sigues tu camino. Es como un acto reflejo que acompaña a los viajeros. Quieres guardarlo todo, no perdonas nada de lo que ves, no te conformas con haberlo grabado en tu retina (y, a veces, en tu corazón). Tienes miedo a que el olvido haga estragos en tus recuerdos.

Luego, en casa, extraes la tarjeta de la cámara digital, pasas las fotos al ordenador, las miras con curiosidad pese a que sabes de antemano lo que te vas a encontrar, porque son tus propias fotos. Pero... algunas veces llega la sorpresa. Miras la foto que aparece en la pantalla y, abriendo un poco más los ojos, te preguntas... ¿cuándo he fotografiado yo esta acuarela?...
 

Lugares visitados