31 marzo 2012

(116) LANDSHUT: CAPITAL DE LA BAJA BAVIERA:

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Plácidamente ubicada a orillas del río Isar, la pequeña capital de la Baja Baviera (Niederbayern) bien merece una visita. A unos 75 kms. al noreste de Munich (capital federal del Estado Libre de Baviera), el encanto de su Altstadt o ciudad vieja, justifica plenamente esta escapada: la extrema elegancia de su arquitectura urbana deja sorprendido al visitante. Se dice que la torre de su iglesia de St. Martin (Martinskirche) es la más alta de la cristiandad construída en ladrillo.



Conocida como la Dreihelmenstadt o "ciudad de los tres yelmos" por su característico escudo de armas, la ciudad es también muy visitada con ocasión de la fiesta medieval que se celebra cada cuatro años, la Landshuter Hochzeit o boda de Landshut, que conmemora las nupcias entre el Duque de Baviera Jorge El Rico y la princesa polaca Jadwiga Jagiellon, en el año 1475.
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Debajo, vista del castillo de Trausnitz (Burg Trausnitz) y su reproducción en oro que se custodia en la Residenz, palacio del Duque de Baviera Luis X, edificado en el año 1536. (Para una visita virtual de la Stadtresidenz, pinchar aquí).
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El nombre de esta bonita ciudad ha quedado tristemente unido en la Historia al secuestro del avión Boeing 737, Landshut, de Lufthansa, el día 13 de octubre de 1977, en vuelo de Palma de Mallorca a Frankfurt, por el grupo terrorista RAF (Rote Armee Fraktion) y miembros del FPLP palestino. El avión resultó finalmente liberado cinco días después por un comando antiterrorista alemán de élite, el GSG9 (*), en el aeropuerto de Mogadiscio (Somalia), que culminó una brillante operación (Operación Feuerzauber) con el rescate y liberación de todo el pasaje del vuelo, resultando muertos tres de los secuestradores y el capitán de la aeronave, herido el día anterior por el jefe de los terroristas.


(*) El GSG9 (Grenzschutzgruppe 9 ó Grupo de Seguridad de Fronteras núm. 9) fue creado en la República Federal de Alemania a raíz de los atentados llevados a cabo por el grupo terrorista Septiembre Negro en la Villa Olímpica de Munich durante los Juegos del verano de 1972. Estos acontecimientos fueron vividos, prácticamente en directo, por el autor de este blog, que en aquellos días se encontraba trabajando temporalmente, como estudiante, en el Commissary del cuartel de Patch Barracks del U.S. Army Europe con sede en Stuttgart (capital del Estado Federal de Baden-Württemberg).

10 marzo 2012

(115) SERRANÍA DE CUENCA: EL NACIMIENTO DEL RÍO CUERVO:

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De entre todos los destinos naturales de la provincia de Cuenca, es notorio que el nacimiento del río Cuervo ocupa un lugar preferente, no solo por su entorno, sino por la espectacular belleza de sus cascadas. Por ello, en nuestro primer viaje a esta provincia, la visita a este enclave (declarado Monumento Natural en 1999) era de obligado cumplimiento. Se trataba, como otras tantas veces, de disfrutar de una relajante jornada de senderismo y conseguir de nuevo el ya ansiado contacto con la naturaleza, tras un excesivo periodo de trabajo sedentario.

El Monumento Natural se sitúa en el extremo noroccidental de la provincia de Cuenca, a unos 80 kms. de la capital, sobre la muela de San Felipe con altitudes que llegan a alcanzar los 1700 m. El elemento más conocido y visitado del Monumento Natural es el Nacimiento del Río Cuervo, que da nombre a este espacio natural protegido. Para llegar al Nacimiento del Río Cuervo tomaremos desde Cuenca la carretera que nos lleva a la Ciudad Encantada, y pasar por las localidades de Villalba de la Sierra, Uña, Huélamo y Tragacete. A 12 Km después de éste último, nos encontraremos con el acceso al Nacimiento del Río Cuervo. Desde el amplio aparcamiento donde dejamos el coche, comienza el cómodo sendero sobre una tarima de madera que nos conduce directamente a las cascadas.
 

Al llegar a éstas, la naturaleza nos obsequia con una espectacular sorpresa: la ola de frío de mediados de febrero ha dejado las cascadas literalmente congeladas, ofreciendo un pintoresco panorama:
 

Para llegar al nacimiento es necesario acceder a pie por los senderos marcados, que suben paralelos al curso del río. Tras pasar a través de las regueras, preciosas cascadas por donde se despeña el agua, nos encontraremos con la Cascada que da nombre al Nacimiento del Río Cuervo.
 




Algo más arriba, la senda nos conduce hasta el mismo nacimiento. Una silenciosa gruta donde el agua brota a borbotones por una rendija lateral de la roca.
 
 

El sendero de retorno discurre por la margen contraria, la derecha según el sentido del caudal, y nos lleva hasta el aparcamiento en suave descenso por la ladera de la montaña, a través del bosque, disfrutando durante todo el trayecto de los bonitos remansos del río Cuervo, en esta ocasión parcialmente congelado.
 

Lugares visitados